Mañana viernes, el Alcalde nos ha convocado a todos
los partidos políticos para entregarnos lo que ellos llaman “borrador de
presupuestos”.
En lugar de presentarlos oficialmente y llevarlos al
Pleno, buscan la
negociación en los despachos para llevar al Pleno un presupuesto
cerrado donde no quepan aportaciones de
ningún otro partido salvo el elegido por ellos.
Esto es lo que ha pasado en el presupuesto de 2016, apoyado por Bildu, donde no se aceptó
ninguna propuesta de ningún partido, salvo estos dos.
Para que a nadie le pille por sorpresa en el pleno y
no tenga más opción que llamarme mentiroso al no tener capacidad de respuesta
les diré lo siguiente:
El
presupuesto de un Ayuntamiento es la plasmación en forma de DINERO de la acción
política de un gobernante. Es decir
se dota de recursos económicos a una
determinada forma de hacer política.
Aunque algunas acciones puntuales, no parezcan tener
reflejo en un numero contable concreto, todas, y digo todas, las acciones de un
equipo de gobierno parten de una capacidad económica para ello y una decisión
política para hacerlo.
Dicho esto, y
antes de conocer los presupuestos, existen unos principios generales que, a nuestro entender, estos presupuestos
deben contener:
1º.-
Consulta a los socios de la Nagusien Etxea
de Romo sobre si desean o no
trasladarse al nuevo Kultur Etxea de Romo.
El retraso
en la apertura de la Kultur
de Romo, abre de nuevo la posibilidad de impedir el traslado forzoso de los
usuarios de la Nagusien
al nuevo edificio.
Es necesario
conocer la voluntad real de sus usuarios,
una votación vinculante entre sus socios es imprescindible.
Apoyar un
presupuesto que no contemple este punto es engañar a los usuarios de la Nagusien Etxea
2º.-
No subida de Impuestos ni tasas. Getxo no puede ni debe subir más sus tasas e
impuestos, que ya están entre los más altos de Euskadi y menos cuando el último
año sobraron 50 millones de Euros sin gastar, y tenemos casi 10 millones en
morosidad.
3º.-
Eliminación de la capacidad del Alcalde de mover el dinero de los presupuestos
sin aprobación del pleno. Pleno tras pleno vemos como el Alcalde mueve
el dinero de los presupuestos, de una cuenta a otra, gracias a una delegación
que consiguió en los tiempos de sus mayorías absolutas.
Los tiempos
han cambiado y si el pleno aprueba el presupuesto, el pleno debe aprobar sus
modificaciones y punto.
Ni rampas, ni escaleras, ni escaleritas, ni
ascensores, ni consultas o consultitas para cosas de preocupación limitada, ni
falsas ayudas para pagar impuestos que primero suben.
Estas
son tres premisas fundamentales a mí juicio para aprobar un presupuesto digno
para Getxo. Veremos quien se apunta.
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